El mundo de la ciberseguridad está enfrentando un reto muy real: falta de capital humano. Existe una notable falta de profesionales cualificados y de habilidades especializadas en su fuerza laboral. Este problema, que afecta a organizaciones tanto públicas como privadas, no solo es un fenómeno global, sino que se siente con mayor fuerza en América Latina y el Caribe. Esta brecha en talento no solo aumenta los riesgos de seguridad, sino que también pone una enorme presión sobre las organizaciones, afectando profundamente la protección cibernética de los países en esta región.
Como estudiante Imagínate sintiendo una gran curiosidad y entusiasmo por explorar el mundo de la ciberseguridad, deseando contribuir a un campo tan vital en nuestro mundo digital. Sin embargo, al intentar comprender qué implica realmente embarcarse en esta carrera, te encuentras con un mar de información que parece más un laberinto: abrumador, confuso y, a veces, contradictorio. Navegar por el proceso de preparación y avanzar en esta carrera puede sentirse como un viaje lleno de incertidumbres.
Del otro lado, las organizaciones, ansiosas por fortalecer sus equipos con el mejor talento en ciberseguridad, se topan con sus propios desafíos. Les resulta complicado no sólo precisar qué habilidades y conocimientos son esenciales para sus necesidades, sino también atraer, reclutar y, lo más importante, retener a esas personas talentosas en un entorno que cambia rápidamente. Todo esto mientras intentan defenderse ante las amenazas cibernéticas que no descansan.
En este escenario, los gobiernos no se quedan atrás; se esfuerzan por adaptarse, creando y aplicando política pública y estrategias que buscan cerrar estas brechas de habilidades y de tecnologías y así fortalecer la seguridad nacional en el ciberespacio. A pesar de sus esfuerzos, hay que reconocer que el sector público se mueve muy lento y no a la par de la velocidad de crecimiento de estas tecnologías. También, en México carecemos de marcos legislativos y judiciales para poder tipificar ciber-delitos así como poder perseguirlos y enjuiciarlos. Una de las causas de esta brecha es también la falta de conocimiento de un tema que se mueve demasiado rápido.
Construir una fuerza laboral capacitada y resiliente en el ámbito de la ciberseguridad es una carrera que requiere paciencia, ya que las soluciones y mejoras toman tiempo, posiblemente años, para llegar a una postura o situación de completa preparación.
Microsoft proyecta que para el año 2025, habrá 3.5 millones de vacantes en el campo de la ciberseguridad a nivel mundial, lo que representa un impresionante aumento del 350% en un período de ocho años. Se lanzó una campaña nacional de desarrollo de habilidades en el 2023. En la cual se observó que por cada dos puestos de ciberseguridad ocupados, queda un tercero sin cubrir. Están trabajando en una estrecha colaboración con sus colegas de la comunidad para contribuir a cerrar esta brecha y promover una mayor diversidad en la profesión. Además, anunciaron con orgullo la expansión de la campaña de desarrollo de habilidades en ciberseguridad a 23 países adicionales en colaboración con Microsoft.
En esta gráfica se muestra el tamaño y crecimiento de la fuerza laboral global en ciberseguridad
En 2023, ISC2 estimó el tamaño de la fuerza laboral global en ciberseguridad en 5.5 millones.
Entre 2022 y 2023, la fuerza laboral en ciberseguridad creció un 8.7%, representando casi 440,000 nuevos puestos.
Todas las regiones experimentaron un crecimiento anual en el tamaño de la fuerza laboral en ciberseguridad en 2023. El crecimiento más fuerte se observó en las regiones de Medio Oriente/África y Asia-Pacífico, donde la fuerza laboral aumentó año tras año un 11.7% y un 11.8% respectivamente.
Para las empresas en Estados Unidos, una manera de solucionar la alta demanda laboral ha sido el impulsar nuevas políticas de trabajo. Estas incluyen un modelo de trabajo híbrido, virtual o iniciativas tipo 'free fridays', que permite a los empleados tener un día libre al mes sin afectar su salario. Esto proporciona flexibilidad en la jornada laboral para mejorar el equilibrio entre trabajo y vida personal. Además, muchos de estas labores, como sucede en la industria de la tecnología, no demandan estar ubicado en la misma región geográfica, ni en la misma oficina.
En conclusión, la creciente brecha entre la demanda de capacidades especializadas en ciberseguridad y la oferta de talento cualificado representa uno de los desafíos más significativos para la seguridad global en la era digital. A medida que la tecnología avanza y las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas, es imperativo que las organizaciones, los gobiernos y las instituciones educativas colaboren estrechamente para desarrollar estrategias innovadoras que promuevan la formación y captación de profesionales en ciberseguridad. Solo a través de esfuerzos conjuntos y un enfoque proactivo, podremos cerrar esta brecha de talento y asegurar un futuro digital más seguro para todos.